En No rest is silence, los restos de construcciones destruidas y abandonadas resuenan con la materia de emulsiones de fotografías Polaroid, desprendidas y transferidas a otro medio. Su deterioro y fragilidad evocan la pérdida, la ausencia y el poder destructivo del tiempo y de la mano humana. Estas ruinas, estos fragmentos de materia que persisten, son sin embargo elocuentes: a través de su porosidad, la vida emerge.
Serie de 10 transferencias de emulsiones.
[2018]